miércoles, 15 de junio de 2011

Dictaduras de izquierdas


¿Existen en el mundo dictaduras de izquierdas? La respuesta es cuanto menos escabrosa, ya que no hay mucha gente capaz de razonar que puedan existir dictaduras de esta ideología. Para enfrentarse a toda perversión, no hay nada como tener valor y unos buenos datos históricos. Así que voy a enfundarme el mono de batalla y empezar por el principio.

¿Cuándo podemos asegurar que nos encontramos en una dictadura? Cuando todo hijo de vecino no tiene derecho a elegir a sus gobernantes. Bien, partiendo de esa base, ¿quién ha elegido a Fidel Castro y a su hermano Raúl? Según varias mujeres bandera del Gobierno de España (analfabetas a todas luces), ése es su futuro soñado. Igual que la dictadura cubana, podríamos citar a la dictadura China y la de Corea del Norte.

Pero uno de los casos más idealizados y más encubiertos de la historia es el de la revolución rusa. El gobierno del proletariado. Lenin accedió al poder mediante un golpe de estado (subvencionado por Alemania), y una de sus principales medidas fue facilitar la formación a todos los niños, ya fuesen pobres o ricos. Empezó bien, ¿verdad? Y hecho esto, se lanzó. Lo segundo fue prohibir todos los periódicos contrarios al régimen. Después, creó su propia policía secreta para perseguir a todos los que no estaban de acuerdo con él (¿cuántos mencheviques fueron fusilados?). Luego, robaba el grano a los campesinos para el buen fin de la causa (¿cuál era?), por supuesto, si no se lo daban por las buenas, se les pegaba un tiro y santas pascuas de la alegría… En fin, podría seguir varias horas más enunciando las bondades del gobierno del pueblo. Pero no haría otra cosa que hablar de una dictadura.

Para terminar, quiero confesar algo. Esta entrada tiene un propósito encubierto, malvado dirían algunos. Hoy me sentiré satisfecho si alguien cuando se vaya a la cama, puede decir que ha descubierto algo: que las dictaduras también pueden ser de izquierdas.


P.D.: No por repetir muchas veces una mentira, ésta se convierte en verdad.


Pedro


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