Pues aquí estoy de nuevo con las reflexiones, que no son pocas, sobre la semana pasional de 2015. Este año nos ha regalado grandes momentos, como la tensión del Lunes Santo por la túnica ("no te arrugues la túnica", "no te manches la túnica", "bla bla bla") y el brindis del Arsenal del Viernes Santo (no estaba presente) con su "explosión" de sabores... En fin, una semana memorable en compañía de unos grandes amigos y compañeros.
Por otro lado hay algunas cosas no tan buenas, como usar la no amenaza de lluvia para alargar eternamente una procesión. Señores, ¿es que no entienden que ver filas interminables de penitentes no atrae demasiado? Y si, para colmo, éstas no avanzan ya me dirás... Y no te digo nada como se te pare un tambor delante, esa noche Ibuprofeno seguro. En fin, las tonterías propias de los cofrades cartageneros.
¡Ah! Y no quiero terminar sin recordar con una sonrisa la cara de mi "ilustrísimo director" en la procesión del Sábado Santo, esa famosa "cara de perro", bautizada cariñosamente por algunos compañeros. El propósito de dicha cara es hacer cumplir las normas estúpidas de algún tercio, sin demasiado éxito por cierto. Muchas gracias Chipi, la Semana Santa no sería la misma sin esa cara.
Sin más dilación, adjunto una colección de fotografías.
Llamada
Lunes Santo - ¡¡Pillado!!
Miércoles Santo
Viernes Santo - Menudo perfil
Sábado Santo - ¿Músicos en la puerta de un bar? No me lo creo...
Domingo de Resurrección - Dejad que los niños se acerquen a mí incluído...
Un cordial agradecimiento a los fotógrafos, en concreto a Artelove Fotografía por su magnífico trabajo (como siempre) y a Mariano Pardo por su primer plano (eres un crack).
Pedro
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