Tras unos merecidos días de descanso estival, vuelvo a aparecer en este rincón con las pilas cargadas y la mala leche acumulada de una semana. Así que me ha costado mucho decidirme sobre qué tema escribir, pero al final he recurrido a uno de los temas que hacen que más me hierva la sangre: el solar antiguamente llamado España.
Económicamente hablando el gran problema que tiene España es la liquidez. La explicación es muy sencilla, el Estado gasta más dinero del que ingresa. Por ello, para obtener el dinero que no tiene el Ministerio de Economía emite deuda pública, es decir, solicita préstamos para poder hacer frente a los gastos.
Tradicionalmente, el Estado español emitía deuda a muy bajo interés. Por lo tanto era un producto interesante y sin riesgo, pero con un rendimiento muy bajo. Pero según hemos profundizado en la Champion Ligue de la economía mundial, la confianza en la solvencia de España se ha deteriorado muchísimo, provocando un crecimiento exponencial del interés que el país ha tenido que pagar para que alguien compre su deuda.
Ahora mismo la situación es crítica, simplemente porque no hay ningún inversor que crea al 100% que España sea capaz de devolver el dinero prestado, por lo que cada vez cuesta más que alguien nos preste dinero con las consecuencias que todos conocemos: la suspensión de pagos.
Lo más gracioso de todo esto, es que se sigue derrochando dinero a troche y moche mientras que a los que trabajamos un día sí y otro también nos aumentan la edad de jubilación, sin contar el aumento desproporcionado y encubierto (IRPF) de todos los impuestos.
Como curiosidad, ayer en el BOE se publicó la concesión de una subvención a los sindicatos CCOO y UGT de más de 10 millones de euros para formación de funcionarios. Sobran los comentarios.
Pedro
PD: ¿Elecciones el 20 de noviembre? ¡¡NO!! Son necesarias mañana mismo para echar a estos ladrones, ineptos y sinvergüenzas.
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