domingo, 16 de septiembre de 2012

La subida de tasas universitarias: ESTAFA MAYÚSCULA


Hace bastante tiempo que evito entrar en debates políticos, simplemente porque estoy hasta las narices de la hipocresía que nos rodea. ¿Por qué digo esto? A ver, pensemos por un momento cuáles han sido las diferencias entre el último gobierno socialista y el actual popular…. TIC TAC TIC TAC… Exacto: ¡¡¡NINGUNA!!! Por eso, una vez destruidas las esperanzas que tenía puestas en el cambio, digamos simplemente que paso de los debates políticos.

Bien, dicho esto quiero entrar en un tema que implica a todos los estudiantes universitarios, entre los cuales me incluyo. ¿No estáis hasta las narices de que nos traten como estúpidos? Es decir, resulta que somos un gasto insostenible para el estado (unos 4500 euros al año por alumno) y, por eso, se tienen que subir las tasas universitarias. Por el contrario, no hay ninguna universidad española entre las mejores 200 universidades en el mundo… ¿Soy yo o es que algo no cuadra?

Sin embargo, fijaos en algunas fotos de los edificios de la Universidad Politécnica de Cartagena:


Facultad de Ciencias de la Empresa

 Escuela Técnica Superior de Ingenieros Técnicos Industriales

Han cogido edificios EN RUINAS  y han invertido una millonada en rehabilitarlos. ¿Para qué? Pues para qué va a ser, para tener unas instalaciones que dan lástima y gastar un dineral en mantenimiento... Resumido en una palabra: VERGONZOSO.

Vamos a ver, si alguien quiere que paguemos lo mismo por matricularnos en una universidad española que por estudiar en Harvard, Columbia o Yale, ¿por qué no ofrecen la misma calidad en la educación? ¿la cualificación del profesorado es la misma o el volumen de “enchufados” varía?

Señores, no nos tomen por tontos que, aunque la enseñanza española sea patética, algunos estudiantes no somos estúpidos.

PD: Sinceramente creo que estos politicuchos de pacotilla piensan que si tenemos una educación de pena no nos daremos cuenta de lo mediocres que son. Van listos.

EL PRÓXIMO PARADO QUE SEA UN POLÍTICO.

Pedro

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