En la vida hay momentos inolvidables, que son capaces de marcar a las personas y estar presentes en todos sus actos hasta el final. En mi caso, son tantos los momentos que quiero atesorar que me va a costar trabajo, pero aunque tenga que comer un par de kilos de rabos de pasa al día no pienso olvidarlos.
Uno de estos momentos maravillosos vino cuando mi hijo mayor me preguntó inocentemente: “papi, ¿por qué somos del Madrid?”. Esta cuestión me dejó estupefacto, porque no sabía qué contestarle a esta pequeña mente inquieta. Era el 21 de abril de 2012 a las 21:25h.
¿Qué podía decirle? Al final, tragando saliva le contesté: “cariño, somos del Madrid porque aunque perdamos siempre seremos estaremos orgullosos de nuestro equipo. Miramos el Bernabéu y nuestros colores con orgullo, siendo incluso capaces de aplaudir a un rival si nos gana. Luchamos y tenemos esperanza y fe en la victoria por muy complicada que sea la situación, siempre mediante el respeto a los rivales y… y… y… y… ÖZIL… ÖZIL A RONALDO… RONALDO… VAMOS CRISTIANOOOO… VAMOSSS… GOOOOOOOOOOOOLLLLLLLL!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!”
Tras el estallido de alegría nos refrescamos las gargantas afónicas y, por fin pude concluir la explicación a mi hijo: “cielo, somos del Madrid porque somos capaces de ganarle en su casa el título de la regularidad al que algunos llaman el mejor equipo del mundo”.
Esta entrada se la dedico a Pedro Jr., ese niño que ya ha aprendido el valor y la importancia de poder gritar a los cuatro vientos: SOY DEL MADRID, ¿Y QUÉ?
¡¡¡HALA MADRID!!!