Mi afición por la lectura va mucho más allá que mi afición por el cine. Es más, si no recuerdo mal nació de aquellas noches que para poder acostarme un poco más tarde me ponía a leer en la cama los cuentos de los hermanos Grim. Madre mía, cómo pasa el tiempo...
Pues eso, que un día llegó a mis manos la Comunidad del Anillo, la primera entrega del Señor de los Anillos. Aún recuerdo cómo apagaba la luz cuando, por más que lo intentase, los párpados ya no se soportaban por sí solos. De qué forma me pudo enganchar la historia, cómo pudo hacer Tolkien que volase mi imaginación... Realmente, los libros me parecen FASCINANTES, fáciles de leer y que enganchan como ellos solos. Los he leído una y otra vez y, sinceramente, no puedo prometer que no vaya a sentarme con ellos de nuevo.
Por tanto, usando una lógica tan simple que podría seguirla hasta el mismísimo Rajoy (que a tonto solamente le gana Zapatero), supuse que la adaptación al cine sería espectacular. Con la tecnología actual, los efectos especiales tendrían que ser impresionantes como poco.
Ah, pero qué sorpresa la mía cuando vi la burda adaptación de la primera parte de la historia. No me lo podía creer, ¿cómo era posible que alguien VIOLASE de esta manera un clásico de la literatura fantástica de esta forma? Eso es que aún no había visto la adaptación de la segunda y, sobre todo, de la tercera parte...
En general, la adaptación al cine de Peter Jackson de la saga de el Señor de los Anillos no merece otra calificación que no sea la de REPULSIVA. Por favor, que alguien sujete a este personaje que es capaz de intentar hacer una película del Drácula de Bram Stoker y profanar otra obra maestra de la literatura.
PD: Sí, en la última semana he vuelto a ver la saga en cine (versión extendida) y me dan ganas de llorar.Con lo que tuvo que trabajar Tolkien para escribirla...
Pedro